Studio Ghibli despide a Isao Takahata en una conmovedora ceremonia

El famoso director y guionista Isao Takahata falleció el 5 de abril de este año a causa de un cáncer que afectaba sus pulmones. Muchos lamentaron su pérdida; fans, no fans, equipo de trabajo, familiares y amigos, y claro, el estudio del que fue cofundador le hizo un homenaje.

Entre tantas despedidas, la que más resultó conmovedora fue la de su gran amigo Hayao Miyazaki, quien recordó haberle conocido por primera vez décadas atrás en 1963, cuando Takahata tenía 27 años y este otro tan solo 22: “Incluso ahora, recuerdo la primera vez que hablamos. Fue mientras esperaba en una parada de autobús, después de que la lluvia había cesado… dejando charcos en la calle… Parecía un joven tranquilo y sabio… Recuerdo cómo Paku-san miró la hora muy claramente”.

También contó sobre el origen de su apodo “Paku-san”, este dijo que Takahata no era una persona demasiado madrugadora, así que llegaba algo tarde al trabajo con prisa, por lo que olvidaba perforar su tarjeta de tiempo, pero cuando lo hacia esta sonaba como ‘paku, paku’.

Es fácil entender el gran cariño que se tenían estos dos amigos, pues además de llevarse bien, emprendieron proyectos juntos, entre ellos, el más destacado: Studio Ghibli, un estudio de animación fundado en 1985 que destaca por haberle dado vida a los personajes y la historia de El viaje de Chihiro (2001). Llevándose el Oscar a mejor animación.

Entre lágrimas y largas pausas Miyazaki también dijo: “Pensé que viviría hasta los 95”, y relató otra anécdota, en donde hacía unos 9 años el médico de Isao le pedía a sus amigos le insistiera dejara de fumar, pues podría afectar más gravemente su salud, pues parecía tema serio. Poco tiempo después, este dejo de fumar.

La última producción en la que Takahata participo como productor fue en: La tortuga roja (2016), obra que estuvo nominada al Oscar.

La sala de ceremonia estaba decorada con flores de colores cálidos, para que este no pareciera un funeral, pero la tristeza por despedir a alguien tan especial se hacía notar. Para finalizar Miyazaki dijo: Nunca me olvidaré de ese día en el que Takahata se acercó a la parada de autobús y nos conocimos. “Gracias, Paku-san, por hablar conmigo en esa parada de autobús hace 55 años. Nunca lo olvidaré”

Una vez concluida la parte privada de la despedida a Takahata, se abrieron las puertas durante 3 horas para que el público ofreciera sus palabras y respetos.